De playas urbanas, familiares y bien visibles a paraísos escondidos, plagados de quimeras acuáticas. Dénia posee doce playas y calas distribuidas a lo largo de todo su litoral de una heterogeneidad casi radical: aptas para todos los gustos. Todos esos espacios no se componen sólo de grava, roca y arena. Tienen también sus propios secretos, cosas que no se ven, al menos no a primera vista, y que merece la pena mostrar tanto a viajeros y turistas como a los propios vecinos de la ciudad y de la comarca.
Viene aquí una ruta diferente por doce espacios ubicados en las dos franjas costeras de Dénia, cada una con una personalidad propia: Les Rotes, echa casi toda de piedra y mundos submarinos; Les Marines, más de arena, es de viento.